Hola diario escribo esto desde la cama de mi habitación de hotel ya a las doce de la noche con las piernas cansadas y los pies doloridos de tanto andar por las calles parisinas, ha sido un día agotador...
El día a comenzado madrugando, a las 8 de a mañana ya estábamos poniendo rumbo a la torre Eiffel, nuestro primer destino. Por suerte utilizar el metro nos ha resultado bastante sencillo, es más, más de lo que esperábamos, y hemos llegado sin problemas para coger un ascensor hasta arriba de este inmenso monumento y ver París en todo su esplendor.
Aun así, París no me acababa de convencer del todo... aunque mi compañero de viaje estaba impresionado con la mínima cosa que sus ojos observaban...
Acto seguido hemos recorrido los campos de Marte hasta llegar al museo Rodin, ahí es cuando mi punto de vista sobre París ha comenzado a cambiar un poquito.
Cantidad de figuras de hermosura sin igual, entre ellas el pensador se distribuían por un hermoso jardín, para después entrar al interior y presenciar, con nuestros propios ojos, una d mis esculturas favoritas (Puesto que es mencionada en bastantes libros de los que leo) "El beso", precioso, sin palabras...
Pero nuestro día no acaba allí ¡Qué va! ¡Eso tan solo es el principio! Acto seguido hemos visitado Les Invalides, una hermosa catedral en la cual se hospedan, nada más y nada menos que las tumbas de Napoleón I y II.
Tras esto hemos decidido hacer un poco más de pierna y desplazarnos hasta la estatua de la libertad parisina por las orillas del Sena y ver un poco del "Nueva York" de París
Tras comer y descansar un poco hemos ido a ver aquello que ha sido lo que más me ha impresionado hasta ahora y que ya hace de este viaje inolvidable: EL LOUVRE.
Nunca había llegado a imaginar que tato arte pudiese alojarse en un mismo edificio, tantísimo que este mismo se vuelve un inmenso laberinto en el cual perderte. Preciosas obras de arte como la famosa Mona Lisa, La Venus de Nilo, El escriba sentado, cantidad de cuadros mitológicos bastante famosos y reconocibles, El esclavo, El aposento de Napoleón, sarcófagos y jeroglíficos egipcios... y mi favorita, la escultura griega donde aparece cupido abrazando a una dama...simplemente preciosa...
El Louvre es inmenso pero no solo hace falta observarlo por dentro, sino también su esplendor exterior.
Una vez terminado esto hemos vuelto a las inmediaciones del hotel para visitar el Moulin Rouge (por cierto situado en el barrio de putas XD), y la catedral del sacre-coeur para terminar reventados en el hotel, para descansar y prepararnos para el día siguiente.
Son las 12:20 de la noche y ya me despido de ti por hoy diario, con las luces de París brillando tintineantes en el cielo nocturno y una panda de franceses en el edificio de en frente de fiesta poniendo música a estas palabras. Hasta mañana
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